Pablo Parra, el dueño del departamento donde atacaron a Agustina Fernández, fue detenido esta madrugada por el femicidio de Agustina Fernández. El fiscal Martín Pezzetta reunió con muchísimo sigilo las pruebas que lo comprometen y lo acorraló después de seis meses de investigación. La formulación de cargos se realizará en las próximas horas y si la imputación avanza será juzgado en un juicio por jurados.
El diario «Río Negro» accedió a uno de los datos clave para el giro radical que tomó la causa: el ADN de Pablo Parra. Hallaron rastros en un retazo de una prenda de vestir que flameaba en el alambrado del patio de su vivienda. Esa pista fue determinante para que el fiscal ponga decididamente los ojos en él, pero no fue el único.
«Pruebas científicas ubican al sospechoso en el lugar de los hechos», fue la escueta respuesta de fuentes allegadas a la investigación. Intervenciones telefónicas, análisis forenses en algunos celulares y cuentas de redes sociales y numerosos ADN formaron parte del paciente camino recorrido no solo por el fiscal sino también por la comisión policial exclusiva.
Agustina vivía en el mismo predio, pero según se supo después había entablado amistad con Parra, un trabajador petrolero de 24 años. Él le prestaba el lavarropas y le ofrecía compañía y contención. La víctima, de 19, había llegado en marzo de La Pampa para estudiar medicina en la Universidad del Comahue.
El sábado 2 de julio a la tarde, el ahora detenido dejó sola en su departamento a Agustina y se fue a comprar helado. En medio declaró que pasó por la casa de su papá. Se ausentó por espacio de dos horas y en esas circunstancias alguien ingresó al inmueble y la atacó salvajemente. Murió en el hospital esa misma semana luego de que se confirmara que no tenía actividad cerebral.
Parra denunció un robo. Puntualmente adujo que se llevaron dólares en medio de la corrida cambiaria. No lo admitió abiertamente, pero en una entrevista en radio deslizó que compraba y vendía billetes estadounidenses a pedido de algunos amigos y conocidos.
Pero la constancia en la investigación permitió la aparición de nuevas pruebas: un pedazo de ropa de Parra en un lugar clave y ADN, además de coartadas que se fueron cayendo. Por ese motivo el joven petrolero está hoy detenido.
Según se pudo conocer, la fiscalía va por la imputación de femicidio, el pedido de prisión preventiva y el juzgamiento mediante juicio por jurados.